Quiero ser el último. Quiero bailar
como un loco, patalear, llevarme las manos a la cara, taparme los
ojos, no ver, no ser más. Quiero olvidar al resto de la humanidad,
mirarles desde arriba cuando no estén, desde lo alto, donde nunca he
estado. Quiero quitarme la ropa que me abriga y calentarme la piel
con el moribundo rayo de sol que quede al final. Ser el último de
esta especie que nunca quise ser.