
Conocí gracias al teatro a personas que forman parte de mí, que después de tantos años se han quedado aquí, a mi vera, compartiendo la vida. ¡Cómo me gusta recordarlo!
Algún día me subo de nuevo a comerme el escenario, a ponerme trapos y reírme, pasarlo bien y escuchar los aplausos, quitarme el maquillaje y disfrutar del merecido bocata ...
¡¿Puede ser con rodajitas de tomate?!
2 comentarios:
hay veces en la vida misma que quisera renunciar a todo y de una buena vez, el teatro me duro poco, a caso un año o dos, la litertura no me la puedo arrancar ni con lipo ni cirugía.
Pues que quieres que te diga, pero yo creo que sois unos privilegiados los que podáis disfrutar de momentos tan sublimes como el de estar subido a un escenario haciendo disfrutar a la gente. No lo abandones.
Nos vemos
Publicar un comentario