La otra mañana me levanté muy temprano, no podía dormir. Me tumbé con una manta en el sofá, muy tapada porque soy friolera y me puse una película, todavía era de noche y parecía que el tiempo sólo era algo mío, entero a mi disposición para emprender cualquier cosa, bien fuera en los minutos siguientes o en el resto de mi vida. Es una de esas veces que la vida se pone a favor.
La película, "El curioso caso de Benjamin Button" me pareció preciosa. Transcribo estas palabras que en ese momento me llegaron como dichas para mí.
"Nunca es demasiado tarde, o en mi caso demasiado pronto para ser quien quieras ser. No hay límite en el tiempo, empieza cuando quieras. Puedes cambiar o no hacerlo, no hay normas al respecto. De todo podemos sacar una lectura positiva o negativa, espero que tú saques la positiva.
Espero que veas cosas que te sorprendan, espero que sientas cosas que nunca hayas sentido, espero que conozcas a personas con otro punto de vista, espero que vivas una vida de la que te sientas orgullosa, y si ves que no es así, espero que tengas la fortaleza para empezar de nuevo..."