30/10/09

Nunca es demasiado tarde

La otra mañana me levanté muy temprano, no podía dormir. Me tumbé con una manta en el sofá, muy tapada porque soy  friolera y me puse una película, todavía era de noche y parecía que el tiempo sólo era algo mío, entero a mi disposición para emprender cualquier cosa, bien fuera en los minutos siguientes o en el resto de mi vida. Es una de esas veces que la vida se pone a favor.
La película, "El curioso caso de Benjamin Button"  me pareció preciosa. Transcribo estas palabras que en ese momento me llegaron como dichas para mí.

"Nunca es demasiado tarde, o en mi caso demasiado pronto para ser quien quieras ser. No hay límite en el tiempo, empieza cuando quieras. Puedes cambiar o no hacerlo, no hay normas al respecto. De todo podemos sacar una lectura positiva o negativa, espero que tú saques la positiva.
Espero que veas cosas que te sorprendan, espero que sientas cosas que nunca hayas sentido, espero que conozcas a personas con otro punto de vista, espero que vivas una vida de la que te sientas orgullosa, y si ves que no es así, espero que tengas la fortaleza para empezar de nuevo..."

16/10/09

Una amiga



Cómo le embellecen los ojos,
casi no tienen pupilas sus ojos
porque le atardecen los párpados
en esta hora templada en que suspiran las sombras.
¿Qué son los suspiros?
Son aire, y van al aire, eso es lo que alguien dijo.
Pero los nuestros son suspiros que no son aire,
son instantes preciosos que esperan un segundo en el pecho,
para salir al mundo a hacerse eternos.


Una amiga que es algo más, pues compartimos el amor por las mismas esperanzas. 

7/10/09

El aire sabrá llevarlos



Eché al aire los sueños para esperar su retorno.
Puede que vuelvan o que se pierdan en el viaje,
pero atrapados ya no me sirven.
Si no vuelven lo entenderé,
ser libre es mejor.
¡Al aire!,
¡a llenar el aire de sueños, que él sabrá por dónde llevarlos!


1/10/09

Los secretos en 2046

En el pasado, cuando las personas tenían secretos y esos secretos no deseaban compartirlos, subían a una montaña, buscaban un árbol y tallaban un agujero en él para susurrar el secreto en el agujero.

 Luego lo recubrían con barro, de ese modo nadie más lo descubriría.

Sin embargo en una ocasión me enamoré de alguien. Al cabo de un tiempo ella ya no estaba.

Fui hasta 2046 creyendo que podría estar esperándome allí, pero no la encontré. No puedo dejar de preguntarme si ella me amaba o no, no obstante nunca lo averigüé.

 Tal vez su respuesta fuera como un secreto que nadie sabría jamás...

Todos los secretos son surcos de lágrimas.


"2046" de Wong Kar-Wai