En el pasado, cuando las personas tenían secretos y esos secretos no deseaban compartirlos, subían a una montaña, buscaban un árbol y tallaban un agujero en él para susurrar el secreto en el agujero.
Luego lo recubrían con barro, de ese modo nadie más lo descubriría.
Sin embargo en una ocasión me enamoré de alguien. Al cabo de un tiempo ella ya no estaba.
Fui hasta 2046 creyendo que podría estar esperándome allí, pero no la encontré. No puedo dejar de preguntarme si ella me amaba o no, no obstante nunca lo averigüé.
Tal vez su respuesta fuera como un secreto que nadie sabría jamás...
Todos los secretos son surcos de lágrimas.
"2046" de Wong Kar-Wai
5 comentarios:
Qué maravilla. Siempre supe que los árboles sabían escuchar y guardar.
Esto de guardar secretos en los árboles me ha recordado una tradición un poco peculiar de la tribu de los "Toraha" que vimos en Sulawesi. Para ellos la muerte es una fiesta que celebrar porque el alma del difunto pasa a una vida mejor etc. Bueno, pues cuando muere un niño que todavía no tiene dientes, lo "entierran" dentro del tronco de un árbol, y piensan que así el alma del niño vive en ese árbol y crece con él. Es bonito verdad?
Siempre nos llamará la atención aquello que no conocemos...
Pobre arbol arado de surcos de lagrimas y pobres aquellos que carguen con secretos de amores.
Un árbol, un amigo. ¿Quién guarda los secretos del árbol?
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