No sé lo que cuenta mi espalda, quizá historias que el aire se lleva. Miro hacia el frente y veo el triunfo, la esperanza con nombre propio.
Sonrío. Al rato lloro en una locura de euforia y estremecimiento; eso que se siente cuando un dolor profundo ha estado por dentro y al final gana la vida.
Respiro despacio no sea que el viento pase de largo. Abro los ojos, dejo que la luz dorada se calque en mis rostro y me quedo, me dejo estar.
Te lo dedico, pequeña, porque sé que quieres mirar al frente.
7 comentarios:
Tengo la sensación de haberte visto crecer a través de este blog con todo lo que crecer implica.
Ya debe faltar poco para que mires la carita de la victoria. Besos.
Estas líneas recogen todo un canto a la esperanza. Precioso, especialmente el trocito de las lágrimas de felicidad por la batalla vencida.
Un abrazo :)
Muy bonito. Hoy que estoy luchadora.. esta entrada me da un empujoncito para seguir sin rendirme =) gracias
He tenido que mirar a través de tus ojos para poder seguir viendo hacia adelante, me enseñaste a crear ilusión y a confiar en que lo bonito se hace esperar, y que por supuesto, lo más anhelado termina por llegar.
GRACIAS.
¡Qué bien sienta llorar de euforia!
Hermoso y esperanzador.
Un abrazo por la espalda.
Al frente y con la cabeza alta. La sonrisa despeinada si hace falta, pero sonrisa al fin y al cabo.
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