La curiosidad era insaciable. Buscaba
por todas partes asuntos con los que alimentarse. Siempre quería
más. Apetitosos platos de habladurías en vinagre, sugerentes
postres con los flirteos del vecindario, dulces y salados chismes,
cuentos recién horneados, líos en conserva...Un día, sin saber por
qué, no quiso volver a comer. Con el tiempo supimos que le habían
dado un bocado en su propia carne.
Ilustración: Nicoletta Ceccoli
6 comentarios:
Genial el micro que ilustras tan bien con esta imagen.
Besos
Puede que no exista nada tan amargo.
Hola, Inma:
¿Podrías escribirme a mi correo electrónico y te paso la dirección de Gustavo? Un abrazo.
Siembra vientos y recogerás tempestades.
También me gustó mucho.
Besos besos
HOLA ME ENCANTA EL BLOG.LOS INVITO AL CONCURSO DE MICRORELATOS "MUJERES NERVIOSAS" QUE CONVOCA MI BLOG ME VESTIRE DE PURPURA ,CUALQUIER DUDA ESCRIBIR A MEVESTIREDEPURPURA@GMAIL.COM.LOS ESPERO.GRACIAS.
Publicar un comentario