20/12/12

Los días sin Ana


 

Es un lugar inhóspito, muy pequeño y con los techos excesivamente altos. Hay una ventana por la que no entra el sol, pero sí el invierno. En las paredes hay varias fotografías coloridas que intentan ocultar los desconchones. Papeles, anotaciones, tareas pendientes y un calendario en el que se tachan los días que pasan. Allí hay que tener cuidado de no tropezar con algo. Pese a que el habitáculo está atestado, huele a vacío. Cuando Ana está, todo es diferente. No importa el desastre, ni el frío; ella es luz. Fran no puede soportar ver su silla vacía y con desesperación, visita su estancia una y otra vez, con ansias de ella. 
Un día Ana vuelve y trae consigo el tiempo que se llevó. Se sienta y espera, conteniendo su alma, a que Fran llegue. Cuando él entra y la ve de nuevo en su sitio, se acerca a la pared, arranca el calendario y se mete en el bolsillo los días perdidos. Se cogen de la mano y se van de aquel lugar reservado a la soledad.

Ilustración: Alejandra Acosta

2 comentarios:

Isabel dijo...

Hermoso y misterioso como ella.

Abrazos

virgi dijo...

Me encantan tus textos, son muy sugerentes.

Un abrazo y Feliz Navidad