10/7/08

Recordando a Curianito


Esta es la historia de amor más hermosa que he conocido:

No insistas en volar. Es noche. Mira
cuánta sombra en las ramas
y la sombra es el peso que nos duerme:
Es muy sutil y aplasta.

Sin ti mi corazón se está secando.

Escucha mis palabras.
No pienses en volar hacia los montes
y quédate en mi casa.
Yo cazaré, para que te diviertas,
una buena cigarra
que arrullará tus sueños por las noches
y por las alboradas.
Te traeré piedrecitas de la fuente,
y hormiguitas enanas
y beberás las gotas de rocío
en mis labios que abrasan.

¿Qué he visto en tus antenas?
¡Mariposa! ¡Espejo de las hadas!
Que eres como una flor del otro mundo
o la espuma del agua.

Tienes el cuerpo frío. Ven conmigo,
que es mi cueva templada
y desde allí verás el prado verde
perderse en la distancia.

¿No tienes corazón? ¿No te ha quemado
La luz de mis palabras?
¿Entonces a quién cuento mis pesares?
¡Oh Amapola encantada!
¡La madre del rocío de mi prado!

¿Por qué si tiene el agua
fresca sombra en estío y la tiniebla
de la noche se aclara
con los ojos sin fin de las estrellas
no tiene amor mi alma?

¿Quién me puso estos ojos que no quiero
y estas manos que tratan
de prender un amor que no comprendo?
¡Y con mi vida acaba!
¿Quién me pierde entre sombras?
¿Quién me manda sufrir sin tener alas?


El Maleficio de la Mariposa, primera obra dramática de Federico García Lorca

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