17/5/13

No todo está perdido




Buscó por todos lados. Bajo su almohada encontró sobras de sueño. Detrás de los muebles sólo había pared. Buscó en el suelo, dentro del suelo, a ras del suelo. Miró en la palma de sus manos porque a veces perdía las cosas y las tenía allí. Nada de nada en ningún cajón, en ninguna caja, en ningún arcón. Buscando encontró cosas que ya había olvidado: un calcetín, un, un elefante y un desengaño. Lo guardó todo debajo del colchón. Ni rastro de lo que había perdido. Dejó de buscar. A veces las cosas llegan solas. Esperó sentada, agachada, boca arriba y boca abajo. Esperó de perfil y de frente, de medio lado y de cuerpo entero. Nada. Salió a dar un paseo por un lugar hermoso y cuando volvió a casa, allí estaba. Tan pequeña y tan intensa como siempre. Había recuperado la chispa.

Ilustración: Yelena Bryksenkova

3 comentarios:

Gracia dijo...

Ay! Este me ha encantado! La "chispa", qué bien definida!! Y qué difícil es encontrarla cuando se pierde ¿verdad?
Un relato precioso.
Besos

Isabel dijo...

La chispa, jejeje, es la que mejor sabe esconderse.

Besos.

virgi dijo...

Las cosas que tienen que suceder, mejor no buscarlas, ellas viene solas.
Besitos