24/5/16

Busco mago






Un hombre sin manos llamó a mi puerta. Vengo por lo del anuncio, dijo mientras se quitaba la corbata con los codos y hacía con sorprendente agilidad un nudo marinero con ella. Permanecí atenta mientras él movía su varita mágica con el rabillo del ojo, sacaba de mi oreja un pañuelo azul, barajaba con la nariz unos naipes, hacía aparecer un ramo de flores al chascar la lengua, hipnotizaba con la mirada una serpiente, al tiempo que un conejo asomaba el hocico por debajo de su sombrero. Lo mejor fue cuando seccionó mi cuerpo tras un sonoro abracadabra. El mago desapareció en ese momento, dejando una cortina de humo en el rellano.
Años después, lo vi en un programa de televisión luciendo unas preciosas manos como las mías. Para entonces, yo ya me había acostumbrado a estar sin ellas. 

Ilustración: Raquel Díaz Reguera 

1 comentario:

Isabel dijo...

Genial. Me gusta también ese sombrero para tener las manos libres que te faltan.
Abrazos.