17/10/08

Eneagrama

Ayer tuve un mal día, nada grave; sólo un poco de barullo mental que al final terminó en un lloriqueo cortito, pero sanador. Uno de los principales motivos fue el desconcierto que me produjo un tema bastante simple: elegir mi tipo de personalidad. Una compañera me habló de un curso de desarrollo personal al que había asistido: Curso de Introducción al Eneagrama.
El Eneagrama es un instrumento de autoconocimiento que ayuda a descubrir rasgos y tendencias típicas de la personalidad, bloqueos en las relaciones y motivaciones que están en la raiz de muchos comportamientos, para lograr el equilibrio y crecimiento personal.
Le pedí el material y de una sentada me lo leí. Qué vicio, criatura.
El eneagrama es un símbolo que se forma con la superposición de dos figuras geométricas: un triángulo equilátero y un hexágono irregular, inscritas en un círculo.

Los vértices de las dos figuras tocan nueve puntos del círculo, numerados del uno al nueve (¡cómo estoy últimamente con los números!), que simbolizan nueve tipos de personalidad:
1.- Reformador, maestro de principios, idealista, perfeccionista.
2.- Ayudador.
3.- Organizador, ejecutor, motivador.
4.- Artista, romántico, trágico, individualista.
5.- Pensador, observador, filósofo.
6.- Leal, colaborador.
7.- Generalista, optimista, epicúreo, Peter Pan.
8.- Líder, jefe.
9.- Conciliador, pacificador, mediador.

Cada número tenía una definición más detallada de la personalidad, con sus cosas positivas y negativas asociados a cada una de ellas.
El caso es que me lo tomé en serio y decidí que debía saber cuál era mi tipo. No me encontraba en ninguno y con los que me sentía identificada, eran aquellos números que reflejaban una personalidad más bien emocional, centrada en los demás y un montón de aspectos más que, en principio no son ni malos ni buenos, pero que en alguna ocasión me habían supuesto algún problema (de tipo melodramático). En definitiva, que creía que me conocía mogollón y que había superado mis limitaciones.
Y menos mal que no es así, porque mis mejores momentos vienen cuando me deshago y me construyo de nuevo. Así que, después del sofocón, de pensar un montón, de haberme echado una súper siesta y desconcertar al personal (no es fácil para mí explicar lo que me pasa, cuando algo me pasa y lloro a la vez), puedo decir que sea el número que sea, soy yo y quiero aprender de mí.

(Qué bien cuando me aprietas, me abrazas como si fuera pequeña y me miras en silencio)

4 comentarios:

La estatua del jardín botánico dijo...

¡Madre mía, qué lío de rayas! ¿Sabes dónde creo que nos encontramos? En todos los huecos que quedan entre los puntos tocados por los vértices de las figuras. Un abrazo para todos los eneagramas del mundo.

Retrack dijo...

HOla. Una visita rápida. Estña bien buscar el autoconocimiento, pero en realidad yo creo que es imposible. D etu lista, yo creo que soy un poco de todos menos del 7 claro. Saludos y buen fin de semana. Ciao

Gracia dijo...

Qué manía tenemos de ponerle etiquetas a todo!! Seguramente no seas de ningún número en concreto y tengas un poco de cada uno. O un día seas un número y al siguiente otro, así que no te preocupes, no te agobies si te sale una personalidad que no te apetece, que sabrán esas clasificaciones de tí!
Besos

Torrado dijo...

Andar por delante de nuestros pasos nos hace tropezar y caer.
Mirar más allá de donde alcanza la mirada nos deja a oscuras.

Pero dale tiempo al tiempo y ya llegarás, aguarda envuelta en ardiente paciencia y terminarás por ver.

;)