4/11/09

El Centinela

Nada, nada, tantos años de guardia y nada. Es cuestión de tiempo, por algo estoy aquí, si me han encomendado el puesto es por algo. Esperaré, es mi misión. El arma, la tengo, sí la tengo, pero el resto, ¿cómo era el resto?...
¿Quién va?
¡Santo y seña!
¡Alto o disparo!
O más bien era...
¡Alto y Santo!
¡Seña y contraseña!

La contraseña, la contraseña... Ayer era paloma mensajera, pero la de hoy no la recuerdo. ¿Avutarda?
Nada. Creo haber olvidado la contraseña... maldita sea, creo que he olvidado la contraseña...
Ahí vienen sospechosos, ¡hoy es mi día!, pero cómo era aquello, mantén la calma, la calma...son sospechosos, tienen cara de sospechosos: nariz y boca de sospechosos, ojos igual de sospechosos.
- ¡Alto al centinela!
- ¡Decid la seña!...¡vamos, la seña!
- ¡Alto o disparo!

Disparo. Disparo. Disparo. Dieciséis en total. Ya no hay sospechosos. ¿Cuál era la contraseña? Menos mal que eran sospechosos.

(No me importa en absoluto quienes fueran los sospechosos o si eran o no un peligro, no hay forma de averiguarlo. Pero ya no están, han caído. Ya hablaremos de la contraseña, tú sigue vigilando.)

4 comentarios:

Bego dijo...

Al menos estás a salvo, los sospechosos ya no están y tu sigues aquí....

Gracia dijo...

Qué pena... eso de disparar sin preguntar, pasa tantas veces... Ojalá las armas fueran como esas pistolas que tienen los payasos que cuando dispara sale un ramo de flores...

Bego dijo...

Te invito a pasar por Mi vitrina a recoger un regalo.

Buen fin de semana, un beso.

http://deregalosypremios.blogspot.com/

lamoni dijo...

Hola sol (por fin por aqui, ya echaba de menos tus letras)
La verdad es que con comentarios poco optimistas... y es que yo lo de las armas, lo de disparar, lo de las injusticias ... no lo llevo muy bien
Muchas veces son los propios niños en los que recae esa "función de centinela" aish que amargura!!

En fin... después de tanto tiempo vaya comentario que te hago (y es que la maternidad me ha vuelto muy blandica)
Mil besos sol