30/6/11

El criador de canarios

Al despertarse siempre toca con sus pies el sitio vacío. Como cada mañana, se levanta por el lado contrario de la cama. Va al balcón a ver sus pájaros con pasos que arrastran el polvo acumulado en sus suelas. Sopla despacio el cuenco del alpiste y las cáscaras le llueven sobre el rostro. Le gusta silbar mientras calienta el sol de septiembre. Los canarios le devuelven el tono y animados, cantan desperezando una por una sus plumas. Él estira los brazos y aletea, con el empeño de sacudirse la soledad y salir volando. Pero se queda.  Entonces decide abrir las jaulas, por si ellos también quieren probar. Baten por primera vez sus alas, revuelven  el aire como locos y se van. 
Él sonríe, extiende sus manos y toca el viento. Después, entra en la casa y comienza a canturrear aquella vieja canción. 

Ilustración: Mariona Cabassa

2 comentarios:

Isabel dijo...

Es tan visual que se encuentra incluso lógica la simbiosis hombre-pájaro.

Una serie es estupenda, engancha.

Besos.

Lucía dijo...

Qué bonita la historia. Yo creo que ese hombre también vuela.

Besos