29/6/08

Regalito


Regalo estrellas.
Ayudan a descansar, a imaginar y a confiar.

A mi hermana -lapequeña- le tengo reservadas un montón de ellas para que le den compañía en estos últimos días de exámenes de final de carrera.
¡Ánimo!

23/6/08

Lilith no fue costilla de nadie

Era se una vez esta nuestra historia en la que las mujeres han tenido que luchar contra sus antepasadas: una Eva tonta e inocente salida de la costilla de un tiparraco, una Belladurmiente más tonta todavía que sólo despierta cuando un príncipe cursi le da un besito y para qué hablar de Cenicienta, sumisa pero guapa guapa guapa...
No sé si alguien habrá notado que la historia, la religión, hasta la tradición oral y los cuentos (pobres infantes e infantas lo que tienen que aguantar) han sido bastante horribles con la mujer.

Para resarcirme (o resarzubirme como decimos en casa) les quiero presentar a Lilith, la primera mujer, la de verdad, sí, esa que a algunos les ha interesado no nombrar mucho o, en caso de hacerlo, otorgándole el papel de mala malísima mata-hombres:
"Según consta en la literatura hebrea, Lilith fue la primera esposa de Adán. Estaba hecha con arcilla, igual que él. Era hermosa y libre. Hasta el punto de que se quejó de tener que yacer con Adán siempre debajo: "Fuimos creados iguales, y debemos hacerlo en posiciones iguales". Cansada de que Dios no atendiera sus reivindicaciones, se fue del Paraíso. Entonces Adán recibió una nueva compañera, Eva, creada a partir de una de sus costillas, y por lo tanto sumisa. A partir de esta narración, a Lilith se le ha considerado la reina de los súcubos (demonios femeninos), por alinearse en el bando enemigo de Dios al marcharse del Paraíso. Y de ahí se ha pasado a suponerla una perversa ninfómana, que seduce a los hombres con maestría para estrangularlos después."

Arriba las mujeres. Esas que todavía tienen que luchar contra la discriminación, contra la violencia de sus parejas, contra los abusos, contra la misma historia, la invisibilización, la ablación. Esas que no tienen leyes que las amparan y aquellas que la necesitan.
Arriba mi madre, por haber trabajado con ahínco toda su vida y por ser mujer, por haber sido minusvalorada por ser niña y por haber sido capaz de adaptarse a los cambios.
Arriba mis hermanas, mis primas y mis tías, mis amigas y mis abuelas. Y viva la madre que las parió a todas.
¡Y cambiemos la historia y pongamos a Lilith arriba!

20/6/08

Lápices con punta

Tomó la bolsa vieja con los lápices de colores que guardaba desde que era niña. Era una de esas cosas que jamás utilizaba pero que le gustaba tener a mano, por si acaso. Mantenía la esperanza de volver a pintar soles y nubes, casas con balcón, chimenea y cerca. Cogió algunos lápices y decidió que les iba a sacar punta; así no podían estar más tiempo, tan feos y con la punta regordeta no podrían pintar bien. Los sacó de la bolsa, colocó un paño extendido sobre la mesa y uno por uno, les fue sacando punta con mucho esmero, suavemente por si se quebraba la mina que ya era vieja. ¿Cuántos años podrían tener los lápices? ¿15, 16 años o más? ¡No podía ser! No era posible mantener durante tanto tiempo la idea de hacer una cosa tan simple como dibujar y no hacerlo ni en un año, ni en dos, ni nunca. Aún así les sacó punta, limpió la bolsa e hizo un repaso de los diferentes colores que tenía... podía hacer un buen dibujo, sí, algo abstracto quizá, o la copia de alguna obra expresionista. Sacó decidida un papel para bocetos y se dispuso a pintar emocionada y orgullosa de su iniciativa. Puso los lápices perfectamente ordenados, siguiendo la gama de color e intentando hacerlo tan bien como las bobinas de hilo que colocan en las mercerías, de manera que parezcan un sólo color degradado en cien. Hizo un primer intento con el verde y pintó una raya. ¿Y ahora qué?, pensó. Bien, esa no era la mejor manera de empezar, primero tendría que elegir un tema, así que probó a cerrar los ojos e imaginar el dibujo que representara con mayor acierto su deseo de pintar, de recuperar sus lápices de colores. Imaginó paisajes, amantes desnudos, figuras preciosas, pero no pintó nada. Mientras guardaba los lápices con cierta tristeza, pensó que los sueños es mejor dejarlos en paz, no molestarlos demasiado porque se pierden cuando los sacas de su geometría. Decidió no volver a a intentarlo, dejó los lápices con la punta bien afilada, como nuevos dejó los sueños y los guardó en la bolsa donde siempre habían estado, con miedo de volver a sacarlos por si le ocurría que al pintar un dibujo, se destruyera el deseo de conseguirlo.



12/6/08

Pirámide de las necesidades

Hay huelga de transporte de mercancías. ¿Ya se nota el desabastecimiento?
El día a día es una especie engranaje cuyo mecanismo parece fácil: dos ruedas dentadas se mueven y generan movimiento -hoy como arroz porque ayer fui a comprar el producto que el camión hace un par de días recogió en la distribuidora donde está el cereal que los agricultores han cultivado…- Si una de las piezas se estropea el movimiento se detiene, entonces nos damos uno a uno de bruces contra el suelo y a ver qué hacemos todos patas arriba con las vergüenzas al aire, esperando que alguien arregle el problema.
Para que a mí no me pase nada, mi madre, que está en todo, la mujer, me ha recomendado que compre litros y litros de leche, que los guarde aunque sea debajo de las camas. Es que no se puede vivir sin leche.
¿Qué pasaría si no hubiera leche, si de pronto tuviéramos que adaptarnos a vivir sin el rico café con leche, los yogurcitos con trozos de fruta, las cuajadas con miel, la tapita de queso, la deliciosa tostada de mantequilla derretida? Es difícil imaginar la vida sin leche, sin fruta, sin pescado, sin combustible… Me imagino los supermercados vacíos, la gente asaltando almacenes por las noches, robando la comida a los perros. ¿Nos veremos en esa necesidad algún día? Me viene a la cabeza “Ensayo sobre la ceguera” de Saramago, que cuenta cómo una ceguera blanca (un mar de leche) se propaga sin piedad por toda la población y hace que la primitiva necesidad de supervivencia de los personajes, les arrastre al más profundo y miserable egoísmo.
La cuestión es que ante una situación extrema como puede ser el hambre, el odio o la ausencia de un bien esencial, surgen en el ser humano reacciones imprevisibles casi siempre malévolas, animales y egoístas, que son las que verdaderamente ayudan a sobrevivir.

Según la teoría de la motivación humana de Abraham Maslow (psicólogo humanista) existe una jerarquía de necesidades humanas (representadas en una pirámide) que han de ser satisfechas, de manera que las necesidades más altas ocupan nuestra atención sólo una vez que se han satisfecho necesidades inferiores, como las fisiológicas básicas (respirar, comer, dormir, beber…), las de protección o las necesidades sociales. Así pues, el hombre sólo puede considerarse como tal cuando están cubiertas sus necesidades primarias y básicas, de lo contrario, tendrá que buscarse las habichuelas como pueda.
Esto me lleva a pensar que no sé cómo soy en absoluto, que no me conozco, que estoy fuera de mí, de mi estado más puro, bien alimentada, eso sí, sana, protegida y reconocida.
Líbrame señor de una ceguera blanca.

6/6/08

Un lugar para cada cosa

Me gusta descifrar sentimientos. Esto es, descubrir cuáles son sus orígenes, las experiencias que sirven de referencia para generar un estado de ánimo u otro y los pensamientos que preceden a cualquier emoción. Al hilo de la cuestión, también me gusta ubicarlos en el cuerpo y superar la localización estandarizada de los sentimientos en el tórax. La razón la dejo en el cráneo que es donde tiene que estar.

Pongamos algunos ejemplos:

La tristeza se instala fundamentalmente en la garganta, ya que no hay pena sin quejido.

El miedo está claramente apostado en las piernas, más o menos a la altura de las rodillas, por si tiene que salir corriendo.

La soledad está ubicada en el cabello; lo peores días el pelo se recoge en una coleta para unir fuerzas y con la melena suelta crece la percepción de compañía. En el caso de pelo corto, la soledad se cuenta con los dedos.

La alegría comienza en el ombligo (centro energético principal del cuerpo) y se ramifica por todo el cuerpo estirando la comisura de los labios, ampliando extremidades, dando saltos o palmadas.

La furia reside en sitios congestionados como los pliegues de los puños, el fondo de las arrugas de la frente y en el aliento retenido.

La ansiedad, angustia o desesperación (¿esto es una canción?) sí está en el pecho debido a que el estado físico asociado se manifiesta principalmente con palpitaciones, taquicardia y respiración agitada, aunque hay personas que lo sienten en la planta de los pies (el porqué se lo preguntáis a ellas).

El alma en vilo está inmediatamente después de la epidermis, detenida.

Me cuesta ubicar el cansancio, porque lo confundo con la pereza.

La pasión se mueve libremente por todos los órganos del cuerpo, por la piel, los ojos, sube al cerebro y vuelve a bajar por la sangre, se queda un rato en las aletas de la nariz, finalmente se convierte en sudor y se evapora hasta nueva orden.

La curiosidad está en las puntas (de los dedos, de la nariz y de las orejas) y es de colores chirriantes.

La inseguridad no sabe dónde posar, así que no tiene sitio; a veces es palabra tartamuda, tic en el ojo o postura desafortunada, la pobre.

La RABIA la dejé flotando en el agua del post anterior.

Hay muchos más, como el ánimo por los suelos, aunque ya puestos, prefiero la felicidad por los poros.

Resulta que sí era una canción. Toda una vida, Antonio Machin

4/6/08

Little water song

En el aire hay demasiado espacio libre para que se concentre la rabia.

1/6/08

Asuntos pendientes

Cosas que empecé y nunca terminé...

1. Una colección de botes de perfume que ni sé por qué coleccionaba. Los tiré a la basura con un gustazo enorme. Antes guardaba cosas. Ahora me encanta tirar.
2. Psicopedagogía por la UNED (lo haré, lo haré...)
3. Estudiar inglés. Leer libros en inglés. Ver pelis o series en inglés, por cierto...
4. La serie completa Heroes en inglés. Esto sí lo acabo.


5.
Un intento de pintar esta Pareja de enamorados de Otto Muller. Me gustan las pinturas de parejas besándose. En una de mis múltiples mudanzas lo tiré a medio terminar.

6. Un cuento sobre un árbol con hojas de plata.
7. El libro "La inteligencia emocional" por Goleman. Realmente me interesa el tema pero no encuentro el momento de leerlo, el problema es que me siento en horario lectivo con el tema. Hay otros que hubiera preferido no empezar, como " La Catedral del Mar".
8. Películas varias:








, entre otras.

9.El propósito de releer los libros que han sido especiales (sólo lo conseguí con "Cierto olor a podrido" de Martín Vigil que leí cuando era adolescente). Quedan pendientes: "La insoportable levedad del ser" de Milan Kundera, "Un tranvía en SP" de Unai Elorriaga, "Cien años de soledad" de Gabriel García Márquez.
10. Esta lista.