
Están nerviosas. Les conté que esta noche la luna va a ser muy blanca y no quieren irse a dormir, que quieren verla brillar. Yo mejor me voy a la cama; todavía no he aprendido a volar.
Les he dicho que la traigan y mañana, muy temprano antes de que amanezca, vendrán sus ojos de luna blanca y nos iremos todos juntos a pasear.
Ilustración: Cathy Delanssay (Del Baúl)
10 comentarios:
Parece una nana en prosa para antes de dormir.
Las mariposas son un elemento recurrente para expresar belleza.
Un saludo.
Para mi las mariposas son algo más que belleza: son cambio, color, expresan la libertad, la alegría... Y los ojos de luna se refieren a una personita: mi sobrino. Hoy voy a ver a mi sobrino!
Qué bien!! Entiendo perfectamente tu alegría! Si es que esos ojitos son tan bonitos, tan dulces...
Qué ganas dan de darle besos y achuchones! Qué lo disfrutes!
Es verdad!! ver una mariposa siempre te produce mucha alegría!! y las perseguimos con la mirada con pena de que se alejen. Ójala en vez de moscas hubiera mariposas...jeje
Gracias por tus visitas al baúl, eres su mariposilla!! La energía que necesita.
Cuando he posteado hoy te lo he dedicado y al entrar en tu casica he encontrado mi baúl. Un besico!!
Se me olvidaba!!te parece que recoja este texto y lo publique en el baúl con algún ilustrador/a??
Alguno con lunas!!
lindo.. muy lindo =)
Gracia: Estos sobrinitos harán lo que quieran con nosotras, verdad? Ser tía es maravilloso!
Klimtbalan: Mis visitas a tu Baúl me hacen empezar el día con buenas sensaciones, es uno de mis vicios!. Sería un honor que mi texto acompañara alguna de las ilustraciones de tu blog, qué ilusión!
tinker bell: Gracias, bienvenida.
Sí, es verdad, como dice parsimonia, a mí también me ha parecido una nana. Qué preciosidad...
Besos y espero que hayas disfrutado de la compañía de tu sobri ;-)
Cuánta ternura y sensibilidad, desde la ilustración hasta ese pequeño cuento-relato.
Mil besos vestidos de mariposas:)
Te entiendo perfectamente. Esta tarde he visto a mi sobrina pequeña. ¡Y qué pequeña es! Me encantan sus ojos, sus deditos, sus orejas, su pelo, su sonrisa, sus dos dientes de leche mal puestos dándote la bienvenida... Desde luego, se te llena el alma de luz.
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